Graciela Iturbide
Alumna de Manuel Álvarez Bravo en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos de la Universidad Nacional, Graciela Iturbide abandonó el cine para dedicarse de lleno a la fotografía. En 1971 publicó el primero de muchos ensayos fotográficos: Avándaro, sobre el festival de rock realizado en el Estado de México. En 1976 ingresó al Salón de la Plástica Mexicana y en 1979, invitada por Francisco Toledo, viajó a Juchitán, Oaxaca, donde empezó una serie que continuaría hasta la publicación de su libro Juchitán de las mujeres, en 1989. Su obra se ha expuesto en museos como el Pompidou de París y el J. Paul Getty de Los Ángeles. Iturbide comenta en entrevista que su primera vocación fue la escritura, y afirma en conversación con Fabienne Bradu: “La fotografía no es la verdad. El fotógrafo interpreta la realidad y, sobre todo, hace su realidad, de acuerdo con sus conocimientos o sus emociones […] Sin la cámara ves el mundo de una manera y con la cámara de otra; por esta ventana estás componiendo, incluso soñando con esta realidad, como si a través de la cámara se estuviera sintetizando lo que tú eres y has aprendido del lugar. Al fotógrafo le sucede lo mismo que al escritor: le resulta imposible tener la verdad de la vida”. Es autora de los libros Los que viven en la arena (1981), Pájaros (2002) y Naturata (2004), entre otros. Ha recibido varios reconocimientos, entre ellos la beca de la Fundación Guggenheim (1988), el Premio Nacional de Ciencias y Artes de México (2008) y el Premio Hasselblad de Suecia (2008). En 2014 fue homenajeada por su carrera fotográfica en el Palacio de Bellas Artes de la ciudad de México. |