Henri Cartier-Bresson
Apasionado por la pintura —él mismo pintor—, particularmente por el surrealismo, Henri Cartier-Bresson descubrió su vocación por la fotografía en 1932; un año después exponía por primera vez en la Galería Julien Levy de Nueva York. En 1934 viajó a México como parte de una expedición que trazaría la ruta de la Carretera Panamericana, con el encargo de recabar material etnográfico para el Museo del Hombre en París. La expedición fracasó y los miembros se desbandaron. Cartier-Bresson llegó entonces a la ciudad de México y se instaló en el barrio de La Lagunilla, en el centro de la ciudad, donde fotografió a sus habitantes: prostitutas, borrachos, pordioseros, vendedores del mercado de La Merced, personajes del bajo mundo. Durante esta estancia se relacionó con escritores y artistas, entre ellos Manuel Álvarez Bravo, con quien expuso en el Palacio de Bellas Artes en 1935, año en que dejó el país. En 1947, con Robert Capa, George Rodger, David Seymour y William Vandivert, fundó la agencia Magnum Photos. En 1952, tras cubrir el funeral de Gandhi, el final de la guerra civil china, la independencia de Indonesia y otros acontecimientos asiáticos, publicó en París su libro Images à la sauvette. En la década de 1960 realizó otro viaje a México; un compendio del material que obtuvo en ambas estancias se publicó en 1995 en Francia y el Reino Unido bajo el nombre de Carnets mexicains 1934-1964 / Mexican Notebooks 1934-1964. En 2015 su obra regresó al Palacio de Bellas Artes de la ciudad de México en una gran retrospectiva: Henri Cartier-Bresson. La mirada del siglo XX. |