Marco Antonio Cruz

Oriundo del barrio industrial de Santiago, en Puebla, ingresó a la Escuela Popular de Arte y comenzó su oficio de fotógrafo recorriendo las calles de su ciudad natal. En 1977 emigró a la ciudad de México, trabajó en el taller del escultor Hersúa y asistió a la Escuela de Diseño y Artesanías, donde aprendió técnicas de impresión con Rubén Pax y expuso por primera vez en 1981 un reportaje sobre los movimientos sociales en la capital. En 1978 conoció a Héctor García, quien lo invitó a trabajar en Interviú México. En 1984 participó en la fundación de la agencia Imagenlatina y del diario La Jornada. Cruz afirma que fue gracias a su trabajo en este medio que conoció la ciudad de México profundamente, documentando la vida de sus barrios y vecindades. En 1985 registró, desde una azotea, las labores de rescate en el edificio Nuevo León, que se derrumbó en el terremoto de la ciudad de México; la imagen se publicó al día siguiente en La Jornada y, a doble plana, en la revista Life. A la par de su trabajo como fotoperiodista, Marco Antonio Cruz realizó, desde 1987, un proyecto personal de fotografía sobre invidentes que empezó en las calles de la capital y se ha extendido a otros estados de la República, que en 1998 le valió el Premio Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez. Es autor de los libros Contra la pared (1993), Cafetaleros (1996), Habitar la oscuridad (2011) y Bestiario (2014). En 2009 se le concedió el Premio Grange en Toronto. Hasta su fallecimiento a causa de un infarto, el 2 de abril de 2021, en la Ciudad de México, fue coordinador de fotografía de la revista Proceso.