Nacho López
Nacho López llegó con su familia a la Ciudad de México en 1944, y un año después ingresó al Instituto de Artes y Ciencias Cinematográficas. Trabajó como asistente y laboratorista con Víctor de Palma, quien lo recomendó como sustituto para impartir un curso de fotografía en Caracas, donde expuso su obra por primera vez. En 1949 abrió el estudio Foto-Gráficas y se dedicó a la fotografía publicitaria, al tiempo que realizó distintos reportajes. En 1950 la revista Mañana publicó “Noche de muertos”, empezando así una larga carrera como fotoperiodista. Colaboró con Hoy y Siempre!, entre otras publicaciones, y cobró notoriedad por sus reportajes sobre la ciudad de México: la cárcel de Lecumberri, los billares, las pulquerías, las calles. Aunque afirmaba que “la fotografía halla su mejor ejercicio en las lides del periodismo”, sus imágenes —y sus puestas en escena— van más allá, como refiere Olivier Debroise: “Su manera de proceder se sitúa en el límite entre la fotografía de prensa y lo que muchos van a reivindicar en las siguientes décadas como ‘fotografía de autor’ ”. Como fotógrafo y cineasta, López documentó una amplia gama de temas de la vida nacional —la danza, la arquitectura, el indigenismo, el espectáculo, los conflictos sociales— y experimentó con técnicas y formatos, incluso con proyectos multidisciplinarios en sus llamadas “exhibiciones ambulantes”, suerte de performances en los que registraba las reacciones de los transeúntes. En 1981 publicó su libro de autor Los pueblos de la bruma y el sol, y ese mismo año el Museo de Arte Moderno, en la capital mexicana, exhibió la muestra Nacho López. Obra retrospectiva, inédita y reciente. |